México y la UE han comenzado la denominada ‘guerra de los quesos’, y los europeos pretenden que ningún productor mexicano pueda fabricar «quesos manchegos» o «quesos parmesanos». Sin embargo, hay voces que defienden que esto perjudicaría a muchos pequeño negocios lácteos locales.
En estos momentos, hay algunas empresas mexicanas, como ‘Alpura’, que comercializa un producto llamado ‘queso manchego‘, realizado a partir de la leche de ovejas de la raza manchega, pero producido en México.
Cuentan con cierta popularidad en México, pero ahora la Unión Europea está intentando que ningún productor mexicano de lácteos pueda fabricar quesos de origen europeo y utilizando explícitamente el nombre del producto. Así por ejemplo, si se pretende comercializar un queso «manchego» o «parmesano», no se podrá utilizar la región, sino que se deberá etiquetar con un nombre diferente.
Según asegura el diario ‘El Financiero’, la Unión Europea ha creado una lista de 300 productos que ha iniciado la denominada «guerra de los quesos», que busca que se reconozca la indicación geográfica de estos productos lácteos, además de vinos y embutidos.
En estos momentos, la Unión Europea y México están entablando duras negociaciones, dentro de la renovación de su tratado comercial, para que se reconozcan diferentes indicaciones geográficas de productos como quesos. Estos alimentos tienen una gran producción en Europa, y sus gobernantes no quieren que sus exportaciones se vean dañadas por competencia que no los fabrica en las propias regiones europeas pero utilizan el nombre de dicha región.
Con un objetivo diferene al de la Unión Europea, existe una organización, llamada ‘Consorcio por los Nombres Comunes de Alimentos‘, que intenta conseguir que cualquier productor del planeta tenga el derecho a utilizar nombres genéricos de alimentos. De esta manera y según su postura, un fabricante de quesos de México sería libre de comercializar un «queso manchego», pero no un «queso de La Mancha».
Opinina que la UE está tratando de hacerse con los nombres comunes que los agricultores locales han venido utilizando durante décadas en América Central, defienden que puedan mantener la libertad de utilizar nombres genéricos, tales como «parmesano» o «manchego». De esta manera, la economía de miles de pequeños productores de América Central no se vería afectada.
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