El presidente de EEUU, Donald Trump, pretende que la construcción del hipotético muro entre México y su país se financie con la instalación de paneles solares. La energía de estos dispositivos se vendería a compañías eléctricas, e incluso a México.
A pesar de que el presidente de EEUU tomó recientemente la decisión de abandonar el Acuerdo de París de 2015 sobre el Cambio Climático, el mandatario aseguró que iban a continuar siendo uno de los países punteros en temas de energías renovables.
Esta misma semana, Axios (un sitio web especializado en exclusivas políticas de Washington DC) acaba de revelar que Donald Trump dedicó varios minutos de una reunión con líderes del Partido Republicano en el Congreso, a explicar su último plan para el muro que quiere construir entre México y EEUU. Su propuesta es que esta gran valla esté cubierta con paneles solares y, de esta manera, la electricidad generada por esta instalación renovable podrá financiar los costes de su construcción. Durante los últimos meses, el señor Trump ha visto cómo su promesa electoral de implantar un muro con el país mexicano se ha ido desvaneciendo por no encontrar un método claro para obtener ingresos que ayuden a su construcción.
El presidente de EEUU desarrolló cómo veía la nueva instalación, un muro de entre 40 y 50 pies (entre 12 y 15 metros) con paneles solares que podrían ser consideradas, según sus propias palabras, como «bonitas estructuras». Trump afirmó que la mayoría de los muros de los que se oye hablar son de 14 o 15 pies de altura (4-5 metros), pero que este no tendrá nada que ver con ellos.
Esta idea en realidad no es de Donald Trump, sino que, según Associated Press, una empresa la propuso hace unas semanas dentro de la ronda de ideas que la administración estadounidense inició para construir el muro entre México y EEUU.
La empresa ‘Gleason Partners’, de la ciudad de Las Vegas, propuso el siguiente diseño, en el que paneles solares cubrían diferentes secciones del muro, proporcionando además electricidad para la iluminación, sensores, y estaciones de patrulla emplazadas a lo largo de la instalación. Además, las ventas de la energía sobrante a compañías eléctricas podría amortizar, se aseguraba, la construcción en un plazo 20 años o menos. Incluso se podría vender la electricidad a México.