Andrew Lloyd es un joven británico de 22 años que se propuso hacer un experimento: apuntarse a 1.000 sorteos (de revistas, Internet, promociones del supermercado, …) solo con el propósito de ver cuántos ganaba.
Para ello, se diseñó un plan:
- apuntarse a 20 sorteos al día, durante 50 días
- no apuntarse más de una vez al mismo sorteo
- ir anotando el nombre de cada sorteo
Este es el resultado de todo el esfuerzo y el número de los sorteos que ganó: